«El árbol de las maravillas es el maguey, del que los nuevos o chapetones (como en Indias los llaman), suelen escribir milagros, de que da agua y vino, y aceite y vinagre, y miel, y arrope e hilo, y aguja y otras cien cosas» José Acosta
Al finalizar la presentación del documental “La otra historia: los ferrocarrileros 1958-1959” se estarán dando en adopción unas bellas plantas Maguey (agave americano) que se han cultivado en Casa Redonda. La dinámica será la siguiente: al iniciar la proyección del documental y conforme vayan llegando se entregará un vale numerado por familia, al finalizar el evento se podrán canjear los vales por una planta.
El agave es una planta tremendamente útil para la tierra. El maguey puede salvar una tierra seca, fría o con calores altísimos, no sólo detiene la erosión sino que la revierte: es un regenerador del suelo. La planta es retenedora de suelo; genera una buena cantidad de oxígeno, absorbe bióxido de carbono, uno de los gases invernadero causantes del calentamiento global. Los beneficios de esta planta se ven directamente sobre el suelo, sobre el mantenimiento del ecosistema. El maguey crece contra todo pronóstico. En las áreas más castigadas de México (y el mundo), los desiertos, de donde la población debe emigrar por falta de trabajo y falta de agua –de condiciones favorables para la vida–, el maguey puede crecer, florecer (en su ciclo de vida, sólo lo hace una vez) y regalar sus beneficios.
Se sugiere investigar más sobre estas plantas antes de adoptar.
Limitado a 200 plantas — con Jose Lara.